(oscillator, envelope, filter, reverb, delay)
BeingSonic
Una práctica donde el sonido y el movimiento se funden en uno.
BeingSonic es un método creativo que conecta la danza con el diseño sonoro, concibiendo el cuerpo a la vez como instrumento y como músico. Invita a los participantes a explorar la vibración como un lenguaje compartido: si el sonido es vibración, y el movimiento es vibración, entonces el propio cuerpo puede entenderse como un sintetizador vivo. Como un oscilador, genera ondas; como un filtro, resuena; como una unidad de efectos, se transforma.
A través de talleres, creaciones escénicas y colaboraciones, BeingSonic cultiva la creatividad intuitiva, la escucha profunda y un dominio lúdico — abriendo un espacio liminal donde el movimiento se convierte en sonido, y el sonido se convierte en movimiento.
Impresiones de BeingSonic. Imágenes de talleres impartidos en Fontys (febrero 2024 y noviembre 2024) para los estudiantes de segundo año, y en ICK para los bailarines de ICK Next (noviembre 2024).
El Origen
¨Mi fascinación por el sonido comenzó en la infancia, jugando con casetes, sintetizadores y grabaciones de voz —tratando el sonido como un material físico y maleable, muy parecido al movimiento.
En 2009, una grave lesión de rodilla transformó esa curiosidad en algo más profundo. El sonido de mi rótula al dislocarse resonó en todo mi cuerpo, convirtiéndome en una caja de resonancia —un amplificador de frecuencia, de ruptura y de transformación. Aquella fractura no fue un final, sino una redefinición: reveló el sonido como movimiento interno, y el movimiento como vibración.¨ — Jesús de Vega
De esa revelación nació BeingSonic.
El Método
BeingSonic se desarrolla a través de los principios de la síntesis sonora:
Oscilador — el cuerpo genera ondas: fluidas, percusivas, espirales, angulares…
Amplificador — la piel, los huesos y los tejidos proyectan vibración en el espacio.
Filtros y efectos — los gestos se moldean, se estiran, se distorsionan y se repiten en bucle, como el sonido.
En los talleres, los participantes trabajan con paisajes sonoros curados, frases de movimiento pautadas y con instrumentos en vivo (Theremin, Makey-Makey, micrófono de contacto con efectos). Movimiento y sonido entran en un bucle de retroalimentación: el sonido provoca movimiento, el movimiento transforma el sonido.
Cada participante se experimenta a sí mismo como compositor e instrumento a la vez, descubriendo nuevos vocabularios de resonancia, ritmo y presencia.
Las aplicaciones de BeingSonic incluyen:
Talleres — cultivar la escucha, la creatividad y el auto-conocimiento de los participantes.
Creaciones performativas — generar partituras físicas y/o sonoras para obras escénicas.
Prácticas híbridas y colaborativas — establecer lenguajes compartidos entre bailarines, músicos y otros artistas.
Desde 2021, BeingSonic está programado bi-anualmente en la Fontys Hogeschool voor de Kunsten (Tilburg, Países Bajos).
Caso de Estudio: Fontys Hogeschool voor de Kunsten
BeingSonic se ha convertido en una parte valiosa del plan de estudios en Fontys, donde se ofrece a estudiantes de segundo curso que exploran la improvisación y su propia voz artística.
“Su método ofrece mucho más que técnica de danza o improvisación: añade capas de profundidad y de descubrimiento personal que realmente resuenan con nuestros estudiantes. Después de trabajar con Jesús, muchos muestran una transformación en su movimiento y en su expresión.” — Fontys.
Las voces de los estudiantes lo confirman:
“Me encantó que hubiera mucho espacio para improvisar… durante las improvisaciones llegué a lugares a los que nunca antes había llegado.”
“Me ayudó a conectar con la musicalidad de mi cuerpo, reconociendo las ondas que mi carne y mis huesos crean simplemente al existir y moverse en el espacio.”
“Para mí, la idea de mover el aire y crear sonidos —aunque fueran inaudibles— se convirtió en una herramienta poderosa en la improvisación y en la conciencia corporal. Vuelvo a ello una y otra vez.”
Fontys describe BeingSonic como “una herramienta esencial para el crecimiento, que ayuda a los estudiantes a dar forma a su individualidad y a cultivar una voz artística única.”
Un Umbral, No un Final
BeingSonic no trata de la imitación ni de resultados fijos. Planta semillas —herramientas que pueden incubarse y reaparecer como nuevas formas de creatividad. Cada participante se lleva su propia resonancia, su propio timbre.
No es un final, sino un umbral: un espacio entre lo conocido y lo posible.
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